
Ayer se cumplieron doce años del secuestro y posterior asesinato del concejal de Ermua, Miguel Ángel Blanco. La sinrazón de su muerte no solamente causó conmoción entre la ciudadanía, sino que puso de manifiesto la existencia de una "rebelión cívica" que tenía el firme propósito de callar para siempre la voz de ETA y su entorno, allá donde todavía pudiera ser escuchada.
Es evidente que en doce años son muchas las cosas que han cambiado en el País Vasco: desde un gobierno socialista inédito, hasta el significativo hecho de ser precisamente, la hermana de Miguel Ángel, Mª Mar Blanco quien presida la Comisión de derechos humanos del Parlamento Vasco. La misma en la que estaba sentado Josu Ternera cuando asesinaron a Miguel Ángel. Pero, como señala Cayetano González, (http://www.elconfidencialdigital.com/Articulo.aspx?IdObjeto=21401) aún queda mucho trabajo por hacer hasta que se pueda recuperar la normalidad hurtada después de décadas de violencia y miedo; y de 30 años de gobierno nacionalista.
Por ello, y porque las víctimas del terrorismo deben ser siempre para nosotros un referente, desde aquí, queremos sumarnos al homenaje que ayer rindieron sus familiares a Miguel Ángel.
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